Desde CNT València consideramos que el Gobierno y los sindicatos de concertación no responden a la realidad de trabajadores y trabajadoras con esta medida
El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) subirá hasta los 1.000 euros/mes en 2022, según ha acordado el Gobierno con UGT y CCOO. Esta medida implica un aumento de 35 euros brutos sobre el salario base fijado en 2021, cuando era de 965 euros. Hablamos, por tanto, de un incremento del 3,6%; una cifra que queda lejos de la evolución al alza de otros consumos básicos, como la factura de la luz y del gas o el depósito de gasolina.
Desde CNT València consideramos que ni el Gobierno ni los mal llamados sindicatos “mayoritarios” responden a la realidad de trabajadores y trabajadoras, que cada vez afrontan un costo de vida más elevado, mientras que sus retribuciones no crecen proporcionalmente.
De hecho, uno de los compromisos del actual ejecutivo en su acuerdo de coalición fue cumplir con la Carta Social Europea, la cual propone que el SMI represente el 60% del salario medio mensual, que en el Estado español se situó en 2.038 euros en 2021, siendo el importe más alto que ha notificado el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su historia. De acuerdo con esa recomendación, el SMI debería situarse en al menos 1.222 euros/mes.
Por otra parte, nos gustaría destacar el papel de UGT y CCOO, que no están renegociando los convenios colectivos de los sectores más precarios, lo cual implica que los correspondientes salarios de muchos sectores no se actualizan y, por tanto, no alcanzan el SMI. Evidentemente, este hecho afecta especialmente a las categorías profesionales más precarizadas.
En último lugar, llamamos la atención sobre la patronal, que no ha aprobado la subida del SMI. Hablamos de una medida hace crecer el poder adquisitivo, aunque sea mínimamente, y fomentará el consumo. Ya se ha demostrado que no destruye puestos de trabajo. ¿Por qué no apoyar un cambio así en beneficio de la clase trabajadora, pero sí suscribir la nueva reforma laboral? Sin duda, esto evidencia que la patronal ha visto ventajas en diferentes aspectos de dicha reforma que, insistimos, desde CNT València valoramos como decepcionante.