cnt valencia

Antonia Madueño: “Se ha pervertido la verdadera naturaleza del sindicato de clase, independiente económica y políticamente”

Entrevistamos a nuestra secretaria general

Antonia Madueño seguía los pasos del sindicato desde hace años y empezó a prestarle más atención durante su etapa universitaria. “Me atraía especialmente el modo en que CNT propiciaba que fueran trabajadores y trabajadoras, las personas afectadas, las que se implicaran directamente en la defensa de sus derechos. Sabía del apoyo y la solidaridad que había entre la toda afiliación cuando una persona tenía un problema en el trabajo”, explica. De hecho, lo vio claro en la huelga general del 29 de septiembre de 2010 contra la reforma laboral. “CNT era el único bloque siempre activo e incansable, reivindicando derechos hasta quedarse sin voz”, recuerda. Con todo, un año más tarde decidió afiliarse. “Y ya me pareció que había tardado demasiado”, reconoce.

¿Cómo consideras que ha evolucionado el movimiento sindicalista en ese tiempo?

Por mi experiencia en CNT, he podido observar una decadencia del modelo sindical que se fraguó en los llamados Pactos de Moncloa. El modelo basado en la representatividad obtenida a través de las elecciones sindicales se ha mostrado insuficiente para contrarrestar la pérdida generalizada de derechos laborales impuesta en los últimos años y, especialmente, para generar una confrontación necesaria que permita conquistar nuevos derechos en los centros de trabajo. Se ha podido comprobar cómo el modelo sindical “hegemónico” no ha sido capaz de articular respuesta alguna ante situaciones de extrema precariedad (kellys, riders, falsos/as autónomos/as, hostelería, etc.), ni tan siquiera en las PYMES, que suponen más del 97% del número de empresas del conjunto del Estado. Esto ha derivado en la propia autoorganización del precariado o que se hayan acercado al sindicalismo combativo y de clase. La CNT ha elegido un modelo sindical basado en las secciones sindicales, la implantación y la fuerza en las empresas, impulsando el conflicto como herramienta de protección y conquista de derechos. Este modelo participativo y reivindicativo se ha perfeccionado durante los últimos 10 años hasta convertirse en una herramienta alternativa y muy eficaz para la clase trabajadora. Es necesario tener en cuenta que nuestro modelo sindical pretende la concienciación e implicación de las personas trabajadoras para posibilitar en el futuro un verdadero cambio social por una sociedad más justa e igualitaria. Y este tipo de sociedad se refleja en nuestra forma horizontal y federalista de funcionar.

Entonces, en tu opinión, ¿por dónde pasa el futuro de los sindicatos en la sociedad actual?

Los sindicatos deberían recuperar el papel que ejercieron en el pasado en la conquista de derechos laborales y sociales, no solo como un organismo defensivo que evite el recorte de derechos. Es decepcionante comprobar que los mal llamados sindicatos mayoritarios se han convertido con exclusividad en “agentes sociales” sin posibilidad real de conquistar derechos para la clase trabajadora, consagrando el mantenimiento de la paz social. Los derechos laborales y sociales siempre se han conseguido mediante el conflicto y esto tan solo puede impulsarse consiguiendo una implantación importante en los centros de trabajo.  El futuro de los sindicatos pasa por recuperar esa proactividad en el conflicto, pero también por descentralizar su implantación de las grandes empresas e industrias para llegar a los sectores más precarios y a las PYME. Es imperante recuperar el peso de la implantación y la representación en los centros de trabajo más allá de los cánones de representatividad establecidos, aumentando la afiliación para fortalecer el conflicto y la conquista de derechos. Es cierto que el modelo sindical de CNT se mostró residual e inoperante hace ya bastantes años, pero últimamente se ha visto reforzado por numerosas victorias sindicales en empresas de diversos sectores y tamaños. En la Federación de València, en los últimos tiempos, hemos implantado un nuevo enfoque comunicativo y una estrategia sindical de crecimiento, efectuando cambios estructurales que nos han permitido seguir creciendo a un ritmo vertiginoso. Los retos que nos planteamos a corto-medio plazo pasan por seguir mostrando a la CNT como un sindicato diferente al resto de organizaciones sindicales, en el que la persona afiliada no es un simple número de carné, sino un sujeto activo que participa y se implica a todos los niveles. No olvidamos que conseguir una CNT más abierta a todo tipo de sensibilidades y que sea capaz de seguir creciendo en el territorio valenciano es también fundamental en nuestros objetivos.

¿Dirías que los sindicatos en España tienen excesivas interferencias políticas? ¿O es un hecho inherente a estas entidades?

Los sindicatos son instrumentos de la clase trabajadora y por su propia naturaleza deben ser, en mi opinión, independientes en su financiación y al margen de cualquier tipo de influencia o interferencia política. En la actualidad, los sindicatos mal llamados mayoritarios y otros que se autodenominan combativos han aceptado la percepción de las subvenciones del Estado por representatividad, entre otras. Algunos tienen influencias políticas evidentes de ciertos partidos que actúan como su correa de transmisión en los centros de trabajo. Es decir, se ha pervertido la verdadera naturaleza del sindicato de clase, independiente económica y políticamente. Esto mismo, junto a multitud de casos de corrupción, ha ido generando una imagen sobre el sindicalismo que ha calado en la sociedad y que ha conseguido crear una desafección de la clase trabajadora ante los sindicatos. Y es en este clima en el que tenemos la oportunidad de diferenciarnos de forma constructiva y propositiva, para demostrar que otra forma de hacer sindicalismo es posible y necesaria. Nos llegan muchas personas trabajadoras, ya cansadas y desencantadas, que vienen de CCOO o de UGT. Para evitar las posibles injerencias, nuestros Estatutos y normativa interna prohíbe que personas que formen parte de cualquier partido político pueda asumir cargos orgánicos en la CNT.

Un tema de rabiosa actualidad es la subida del SMI. ¿Qué opinas de las condiciones planteadas desde el Gobierno?

La subida del SMI es una cuestión necesaria y de pura justicia social. Estamos hablando de un tema que afecta a miles de familias vulnerables. Porque, no lo olvidemos, las personas trabajadoras afectadas que perciben el SMI suelen ser, en la mayoría de los casos, empleados/as que no se rigen por ningún tipo de convenio colectivo, que pertenecen a sectores precarizados y olvidados por los sindicatos institucionales. Nos encontramos en un momento crucial de emergencia social en el que ya no sirven las excusas para desproteger a las personas más vulnerables y a la clase trabajadora en general. Que “el gobierno más progresista de la historia” plantee un aumento irrisorio del SMI o se olvide de implementar las políticas sociales que afectan al día a día de las personas trabajadoras fomenta el aumento de apoyo social a las propuestas de la derecha y de la extrema derecha, por mera incompetencia. El aumento que se plantea es totalmente insuficiente, pues no ignoremos que en la mayoría de convenios colectivos se están negociando incrementos superiores. Parece que tanto el gobierno como los agentes sociales pretendiesen que las personas trabajadoras más empobrecidas lo continúen siendo.

La precariedad en el plano laboral es más acusada para las mujeres. Si de ti dependiese, ¿cuáles serían los primeros frentes de actuación y las principales medidas para atajar la desigualdad?

La complejidad de la situación requeriría una tabla reivindicativa extensa, porque la desigualdad de las mujeres en el plano laboral tiene raíces y causas profundas en el propio sistema patriarcal y son, por tanto, difíciles de solventar únicamente con medidas laborales. Dicho lo anterior, es importante abordar el plano de la brecha de género, proponiendo campañas de oficio por la Inspección de Trabajo para determinar si existe brecha y sancionar y, asimismo, medidas procesales que permitan actuar por discriminación indirecta en diferentes sectores. En el aspecto del acceso al empleo y promoción profesional, las mujeres también nos encontramos muchos problemas y, por ello, sería necesario el establecimiento de límites legales a la libertad de contratación de las empresas para acabar con la discriminación indirecta. También nos afectan más que a los hombres las cuestiones relacionadas con la conciliación, por ello reivindicamos el establecimiento de permisos idénticos e intransferibles y obligatorios, así como permisos por emergencia familiar, empresas que puedan contar con servicio de guardería, fomento de la corresponsabilidad, etc. En definitiva, medidas tendentes a conseguir acercarnos a una igualdad real, ya que las mujeres trabajadoras sufrimos una doble explotación, por ser trabajadoras y por ser mujeres, con la que hay que acabar.

¿Hasta qué punto consideras que el movimiento sindical es permeable al feminismo en España?

No podría responder a esta pregunta sin recordar, en primer lugar, las huelgas feministas de 2018 y 2019. CNT se situó, como sindicato, detrás del movimiento feminista para convocar una huelga general laboral, de cuidados, estudiantil y de consumo. Desde el sindicato se hizo una labor ingente de debate, consenso y coordinación, trabajando codo con codo con las estructuras feministas, tanto dentro como fuera del sindicato. Creo que es el ejemplo más reciente y clarificador sobre cómo puede llegar a ser esa permeabilidad de la que hablamos. Desafortunadamente, no podemos decir que la respuesta, en implicación y adhesión a estas huelgas feministas, fuera la misma por parte de otros sindicatos como UGT o CCOO, limitándose a convocar meros paros parciales de dos horas o, incluso, una. Me consta que, en otros sindicatos, compañeras se enfrentaron a estructuras y sectores, en su mayoría ocupadas por hombres, contrarios a adherirse a la huelga feminista de 24 horas. Por tanto, es una obviedad que, aunque hemos avanzado mucho en términos de feminismo dentro del movimiento sindical, nos queda aún un arduo camino que recorrer. Tampoco podemos negar que el movimiento sindical ha sido tradicionalmente un ámbito, en su conjunto, copado y dirigido por hombres, principalmente. Ciertamente, ahí permanece el ejemplo, la lucha y las victorias de compañeras sindicalistas que siguen marcando nuestros pasos en la actualidad pero que, también, debieron lidiar con estructuras de poder dirigidas por hombres con notables carencias en formación feminista. Enfocándonos en lo positivo, tras mucho trabajo en las bases de los sindicatos, cada vez más compañeras llegan a ocupar cargos de responsabilidad en sus respectivos sindicatos y ámbitos. Para CNT, el feminismo de clase es irrenunciable y seguimos implementando la formación y los propios mecanismos que garanticen la igualdad real entre hombres y mujeres en todos los ámbitos de nuestra organización porque, desde la autocrítica, somos conscientes de que aún queda mucho por hacer.

Desde CNT trabajamos por la recuperación y la defensa de la memoria histórica. ¿Cómo explicar que es una cuestión necesaria? ¿Qué cambios implicaría la aceptación generalizada de este proceso social?

Pensamos que la memoria histórica no puede basarse tan solo en el recuerdo, sino que ineludiblemente debemos trabajar para conseguir verdad, justicia y reparación. Como clase trabajadora debemos recordar a todas las personas que lucharon por los derechos sociales más elementales y por una sociedad más justa e igualitaria, incluso ofreciendo su vida para conseguirlo. Se trata de una cuestión que puede hacer que entendamos el pasado, para enfrentarnos al presente y conquistar el futuro. La memoria histórica no es un concepto etéreo, sino que, precisamente, debe transmitirse a las nuevas generaciones para que puedan tener una visión crítica de la actualidad. Esto no puede darse sin el cuestionamiento de lo que ha supuesto la “transición” y la exigencia de una verdadera justicia y reparación para los cientos de miles de víctimas y represaliadas del franquismo y sus familiares. La CNT tiene mucho que decir a este respecto, ya que nuestros/as compañeros/as y militantes sufrieron una cruenta represión. La memoria histórica también es un reconocimiento a todas aquellas personas que lucharon contra el fascismo mientras hacían la revolución social.

¿Objetivos concretos para CNT València en este “nuevo curso”?

El principal objetivo es el de seguir trabajando día a día por defender los derechos de las personas trabajadoras, empresa a empresa y sector a sector. Esa tarea que parece que no existe, pero que es la habitual del sindicato: esas familias que podrán conciliar su vida laboral tras ser padres y madres, ese despido injusto que se consigue tumbar, ese salario que la empresa no te pagaba, esa sanción injustificada que anulamos, esa mejora de condiciones en una pequeña empresa, etc.  El siguiente objetivo es seguir creciendo y diversificar la afiliación en sectores estratégicos. El sindicato debe seguir ganando peso en los centros de trabajo, ofreciendo su modelo sindical propio para convertirse en una alternativa real al resto de sindicatos y poder plantear reivindicaciones más contundentes. Mientras se crece, el sindicato también debe seguir reforzando su estructura interna, su militancia y sus recursos, para hacer frente a las nuevas necesidades y afrontar conflictos de mayor envergadura. Este “nuevo curso” servirá para afianzar el buen trabajo que se ha venido desempeñando durante la pandemia y ser capaces de volver a recuperar las calles que tanto se han ido olvidando durante este último año y medio.

Para terminar, ¿un mensaje para animar la afiliación a CNT?

Partiendo de la base de que pienso que cualquier persona trabajadora debe estar afiliada a un sindicato, considero que la mejor opción es la CNT. Y lo pienso de forma objetiva porque, al fin y al cabo, es el único sindicato que utiliza un modelo sindical propio y sigue manteniendo su independencia económica sin injerencias políticas. Es, en esencia, un sindicato combativo y participativo formado por trabajadores y trabajadoras y al servicio de los/as mismos/as. Las empresas saben perfectamente que este sindicato ni se compra ni se vende y, por supuesto, nos enorgullecemos de ello.