DESDE EL COLEGIO MAYOR HASTA LA DIRECCIÓN DE EMPRESAS: ¡BASTA DE MACHISMO EN TODAS PARTES!

La actitud de los residentes del Elías Ahuja no es una excepción, sino que es el comportamiento que prima en los cargos de poder y que rechazamos de plano en CNT

El reciente caso de los residentes del Colegio Mayor Elías Ahuja, ubicado en Madrid, ha llevado a los titulares de los medios y al centro del debate público una situación habitual que no podemos tolerar. Ese grito de “¡Putas, salid de vuestras madrigueras como conejas!” dirigido a las jóvenes del Colegio Santa Mónica, ubicado justo enfrente, no es una excepción; sino una clara prueba de la actitud que muchos hombres tienen hacia las mujeres. Evidentemente, esto tiene un nombre propio: machismo.

En CNT hemos seguido con preocupación este acontecimiento, que ha puesto de manifiesto dos hechos bien conocidos por nosotras/os. Por un lado, que existe una parte de la sociedad con una determinada posición económica e ideológica que afianza y ostenta el machismo. Y, por otro, que un notable número de personas restan importancia o callan ante situaciones como esta. Incluso, llegan a justificarlas: “era solo una broma” o “esto se ha hecho toda la vida” hemos leído y escuchado estos días.

Pero no. Claramente, estos argumentos no son válidos en CNT. En nuestro sindicato tenemos un férreo posicionamiento contra cualquier forma de violencia machista y momentos como este nos sirven para reafirmarnos más en él (si cabe). El caso del Colegio Mayor Elías Ahuja nos parece, además, especialmente representativo como para dejarlo pasar a un segundo plano sin invitar antes a una reflexión en un doble sentido.

En primer lugar, destacar que los residentes de este colegio mayor son hombres que tienen recursos para, posteriormente, llegar a ocupar cargos de poder político y empresarial. Esto quiere decir que esas mismas actitudes son las que se dan en los espacios de tomas de decisiones y se imponen a la ciudadanía desde arriba hacia abajo en la jerarquía de clases que establece el sistema capitalista. Sin duda, este no es el modelo de sociedad que queremos en CNT.

En segundo lugar, apuntar que no decir nada no es una opción para nosotras/as. El silencio puede parecer una posición neutral, pero en realidad es cómplice: ayuda a que esos comportamientos de odio sobrevivan, se naturalicen y no tengan consecuencias. Podemos asegurar que así sucede, por ejemplo, en el ámbito laboral con los casos de acoso sexual.

Con todo, mientras algunos gritan desde sus ventanas cánticos machistas y otros ni se inmutan, en CNT alzamos la voz para decir “¡basta de machismo en todas partes!” y seguimos trabajando para erradicarlo día tras día.