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CNT convocará huelga general el 14N contra la reforma laboral, los recortes y el saqueo contra la clase trabajadora

Desde el inicio de la crisis económica, la CNT ha defendido la huelga general como principal herramienta de la clase trabajadora contra los ataques de la banca y la patronal.

Rechazamos la negociación a la que el sindicalismo de concertación llamaba al gobierno para suavizar la reforma laboral tras la huelga general del 29M. Del mismo modo hemos rechazado los planteamientos de la llamada cumbre social, de eliminar sólo los excesos más flagrantes del gobierno del PP, manteniendo el núcleo del sistema económico y político que nos ha colocado en esta situación, así como sus intentos de desviar y dilatar la respuesta social con propuestas inútiles como la exigencia de un referendum.

La dura situación social exige una respuesta contundente, creciente y continuada que rompa ataduras con el entramado político y económico que la ha originado y de la que se beneficia y las complicidades con el mismo.

Tras meses de dudas, CCOO y UGT convocarán huelga general el 14N, arrastrados, de un lado, por el malestar social creciente y la movilización en la calle y, de otro, por las continuas medidas antiobreras de un gobierno al servicio de élites financieras y patronales sin intención alguna de ceder migajas que permitan al sindicalismo institucional justificar su papel.

CNT ha acordado convocar huelga general el próximo 14 de noviembre, y lo haremos de forma diferenciada y con nuestras propias reivindicaciones y planteamientos. Decimos que esta huelga es necesaria pero no suficiente y llamamos a llevarla más allá del guión esteril y frustrante al que nos tiene acostumbrado el sindicalismo institucional.

Nuestro reto es que esta huelga fortalezca la voluntad de lucha y autoorganización de capas cada vez mayores de la clase trabajadora, construyendo la capacidad de impulsar nuevas convocatorias y movilizaciones a nivel global y en los distintos sectores.

Convocamos a la huelga del 14N con voluntad de continuidad. Convencidos de que para enfrentarmos a las élites e instituciones financieras europeas y sus gobiernos títeres, es necesario no sólo impulsar la unidad de clase más allá de los límites artificiales de las fronteras nacionales, como empieza a apuntar la huelga del 14N, sino que debemos romper también con un formato de huelga que está lejos de ser suficiente para enfrentar estas políticas.

Tenemos el reto de ser capaces de ir más allá de paros de 24 horas aislados en el tiempo, más allá de la paralización de la actividad puntual en las industrias y sectores tradicionales, de encontrar formas de interrumpir todo el proceso de producción y consumo, de incorporar a la movilización al conjunto de la clase trabajadora, por precarizada y dividida que esté. Ganar la capacidad de hacer el mayor daño posible a los intereses económicos de la élite empresarial y financiera es el objetivo principal de la huelga general.

Llamamos a organizaciones sindicales y movimientos sociales anticapitalistas a trabajar desde ya por desbordar y dar continuidad la huelga del 14N. A tomar desde ya la calle y las empresas para no abandonarlas.

Hacer que la huelga general deje de ser poco más que un lema, para convertirse en una herramienta real de lucha es nuestro objetivo, y el 14N tenemos que dar el próximo paso para hacerlo realidad, con todas nuestras fuerzas por que nos jugamos mucho.

¡14N Huelga General! ¡A por todas!

CNT-AIT

La sección de enseñanza de CNT- Valencia apoya la huelga de estudiantes del 16, 17 y 18 de octubre

Asistimos, en el contexto de la debacle económica y con la excusa de un recorte del “gasto irracional”, al sprint final por la privatización progresiva de la enseñanza pública. A pesar de una tasa de abandono escolar (31,2%) que duplica la media de la UE, lo que parece ser “racional” es recortar en la formación de las personas, “ahorrar” en lo más valioso y esencial para el desarrollo de una sociedad.

La extrema ineptitud por la que se rigen los expertos en educación que nos gobiernan, alcanza cotas insospechadas en Levante que, con el índice más alto de abandono escolar del Estado y de Europa (38%), más de 900 barracones, centros educativos en condiciones lamentables y una notoria falta de plazas escolares, no sólo aumentará la ratio de alumnos/as por aula en un 20% -que con el 10% reservado a la incorporación tardía sumaría un 30%, pudiendo resultar en 46 alumnos/as en grupos de Bachillerato, por ejemplo- sino que, con una profunda merma en los presupuestos destinados a la contratación de personal docente, se llevan por delante los grupos de refuerzo fuera del horario escolar. Estos grupos, dentro un programa de compensación dirigido a alumnos/as con problemas de aprendizaje y/o en riesgo de exclusión social, así como a estudiantes inmigrantes de nueva incorporación, sufrirán un recorte del 40%. No es necesario incidir, por tanto, en el consecuente y previsible incremento del fracaso escolar o de la desatención del alumnado inmigrante de nueva incorporación que PROA (Programas de Refuerzo, Orientación y Apoyo) y PASE (Programa de Acogida al Sistema Educativo) intentaban aliviar con los ya escasos recursos de que disponían.

La Ley que prepara el Gobierno hunde de manera definitiva la Formación Profesional, masificando la parte básica de ésta –grados medios- sin los recursos adecuados, con el resultado –también- de un gran fracaso escolar. Por lo que respecta a la Formación Profesional de Grado Superior, el Gobierno pretende restringir su acceso, aumentando las tasas y dificultando, así, el acceso a la educación. El aumento sangrante de las tasas universitarias que, unido al recorte continuo de las becas, ya ha provocado que numerosos/as estudiantes hayan abandonado sus estudios, no hace sino sumar motivos a los ya abundantes para salir a la calle y seguir luchando contra una Ley que dejará fuera de la enseñanza pública a miles de estudiantes sin haber obtenido tan siquiera la formación cualificada más básica.

Aquello a lo que llamamos “enseñanza de calidad” incluye guiar el aprendizaje, atender la diversidad y los problemas de integración, solucionar conflictos y un largo etcétera que no puede ser desvinculado de la compleja labor de educar. En ello, el esfuerzo y la dignidad de la tarea que realizan los/las docentes no puede ser desdeñado: el aumento de la jornada lectiva y una nueva política de sustituciones (a partir de 10 días) irá en detrimento de la atención personalizada, el desarrollo del curriculum de las asignaturas y sus posteriores –y más que cuestionables- evaluaciones, pero ha supuesto, también, el despido de numerosos/as docentes interinos.

La escandalosa y denigrante situación en la que se encuentra la educación pública, está ligada inevitablemente al empeoramiento de las condiciones laborales de los/las docentes. Más allá del recorte en el salario del 50% proveniente de los complementos de formación del profesorado (sexenios), el paradigma del golpe a los/las trabajadores/as de la enseñanza es el profesorado interino, el cual dejará de cobrar el sueldo de julio y agosto –los que tengan la suerte de conservar su trabajo, puesto que más de 3500 docentes interinos con nulas perspectivas de volver a trabajar en la enseñanza pública han sido despedidos al finalizar este último curso-. Cabe mencionar, además, que el despido de estos/as docentes ha salido gratis. No conformes con esto, ahora se contempla la figura del “auxiliar”-becario/a-precario/a como maestro/a de inglés, ya que, se despide al denostado profesorado interino y se contratan becarios a mitad de precio durante 8 meses –obviamente, sin derecho al subsidio por desempleo.

Frente a este salvaje golpe, sólo existe una herramienta eficaz: la huelga, la única forma de lucha que realmente nos ha hecho conquistar derechos que parecen tener los días contados. La huelga de estudiantes de los días 16, 17 y 18 de octubre debe ser el comienzo de un camino que nos lleve a una huelga, no de días al azar, intermitente o que pase de puntillas, sino molesta, paralizadora y que realmente desborde la administración pública.

¡LA EDUCACIÓN NO SE VENDE, SE DEFIENDE!
¡HACIA LA HUELGA GENERAL INDEFINIDA!

Octavilla huelga de estudiantes
Octavilla Sección Sindical de CNT en CIPFP Misericordia

Movilizaciones:

Miércoles 17 a las 12:00: Manifestación de estudiantes en Facultad de Historia (Blasco Ibáñez).
Jueves 18 a las 19:00: Manifestación de Enseñanza en la Plaza San Agustín.
Viernes 19 a las 10:30 y a las 18:20: Corte de tráfico en la puerta del CIPFP Misericordia.

Sección de enseñanza CNT- Valencia

La CNT acuerda ir a la huelga general en el otoño de 2012 en convocatorias unitarias con el sindicalismo combativo y opuesto al pacto social

La CNT quiere trasladar al resto de organizaciones sindicales con las que viene trabajando la necesidad de avanzar con pasos concretos hacia una convocatoria de este tipo, lo que exige un plan de trabajo previo, compromisos claros y un calendario de movilizaciones con capacidad de sumar apoyos de organizaciones sindicales y movimientos sociales a nivel confederal y en distintos territorios y sectores.

Una convocatoria de huelga general al margen y más allá de CCOO y UGT necesita de un amplio grado de acuerdo entre las organizaciones sindicales implicadas, respeto a los distintos ritmos y procesos de decisión, y una voluntad de acuerdo y trabajo en común que permita madurar una convocatoria con capacidad de romper el cerco mediático y tener un impacto social y laboral significativo, algo que hasta el momento no hemos conseguido.

No se trata tanto de fijar una fecha, sino de tomar un camino propio, estableciendo unitariamente un plan de trabajo conjunto de acción y movilización, de recogida de apoyos hacia la huelga general, de elaborar una estrategia común, única forma de romper el monopolio del sindicalismo institucional y pactista sobre este tipo de convocatorias, evitando los errores de movilizaciones aisladas de un solo día y el desprestigio de una herramienta de la huelga general.

Desde CNT hemos trasladado a CGT nuestra la voluntad de ir a una convocatoria de huelga general desde el sindicalismo combativo, proponiendo reconducir su iniciativa de huelga general para el 31 de octubre, que no cumple con las requisitos que estamos planteando, hacia una nueva fecha planteada colectivamente, con plazo para sumar más apoyos y elaborando un plan de trabajo real hacia la misma, lo que situábamos como mínimos en mediados de noviembre.

Creemos que el anuncio, realizado esta semana, de una probable convocatoria para mediados de noviembre de un paro de 24 horas por parte de CCOO y UGT, tras meses de oscilar entre las reclamaciones de negociación al gobierno y propuestas estériles y dilatorias como la de celebración de un referéndum, no debe hacer abandonar los pasos dados para tomar la iniciativa y que, por tanto, no debemos limitarnos, por parte del sindicalismo combativo, a sumarnos a una convocatoria que sea gestionada, de nuevo en exclusiva, desde los presupuestos del sindicalismo institucional.

Creemos que la inminente convocatoria de huelga general para mediados de noviembre, una convocatoria que no es ajena a la presión y la movilización social, hace que nuestro reto sea la puesta en marcha una convocatoria y un plan de trabajo propio para esa fecha, dotándola de contenido y tratando de desbordar el modelo de paro, a veces ni de 24 horas, de CCOO y UGT.

Tenemos el reto de ir más allá a una convocatoria de huelga a la que, mucho nos tememos, CCOO y UGT no darán continuidad, conformándose con poco más que justificar su existencia como mediadores del conflicto social. Para ello, es fundamental una estrategia común del sindicalismo combativo para esta fecha y su continuidad, reconduciendo los debates y propuestas sobre una convocatoria de huelga general a la nueva situación.

Necesitamos una estrategia que nos permita salir reforzados de esta convocatoria para plantear su continuidad, nuevas convocatorias y la necesidad de ir más allá de los paros de 24 horas. Una estrategia que deberemos construir respetando los procesos unitarios, las distintas realidades sectoriales y territoriales, entre aquellos que tengamos una voluntad real de trazar un camino propio y romper con las dinámicas del sindicalismo estéril y pactista de CCOO y UGT.

El ataque que estamos sufriendo no exige otra cosa.

Secretariado Permanente del Comité Confederal de la CNT

[6 octubre] Manifestación unitaria por la sanidad y los servicios públicos

La CAS-PV (Coordinadora Asamblearia Antiprivatización de la Sanidad del País Valenciano) ha convocado una manifestación este próximo sábado 6 de octubre, en defensa de la sanidad y el conjunto de los servicios públicos. La marcha saldrá a las 18:30h de la plaza San Agustín de Valencia.

CNT-Valencia, como Sindicato convocante y organización que apoya a la CAS-PV, asistirá a la manifestación y hace un llamamiento a la participación masiva.

La convocatoria se extiende a diferentes países de europa, y en el estado español ha sido coordinada por la RAAS (Red Autogestionaria Antiprivatización de la Sanidad).

Hace ya décadas que la sanidad es uno de los principales caballos de batalla del neoliberalismo, que ve en este servicio público uno de sus mayores oportunidades de negocio -junto al de las pensiones-y al que por tanto, no cesa de atacar con todos los medios a su alcance. Los recortes que vemos hoy en la sanidad pública a todos los niveles responden a esa misma consigna, aunque eso sí, “justificados” por la crisis económica que “obliga” a reducir las dotaciones presupuestarias en este capítulo.

Desde el punto de vista de CNT, la sanidad representa uno de los principales bienes sociales, que no puede hurtarse, regatearse o venderse a ninguna persona sea cual sea su situación social o económica y que tampoco puede estar al servicio de intereses privados de ningún tipo, ni ser convertida en negocio, ni depender de los intereses de la industria tecnológica ni farmacéutica, como actualmente está ocurriendo. Exponemos a continuación algunos de los principios fundamentales que a nuestro juicio deberían regir la sanidad y la salud públicas.

1. Reafirmación del carácter universal de la sanidad

El carácter universal e igualitario del acceso a los servicios sanitarios debe ser reafirmado más que nunca en estos momentos de crisis económica. Porque, a pesar de que así lo establezcan las leyes, si se comienza a reducir prestaciones, abierta o soterradamente, y a permitir el acceso a la sanidad según el nivel de renta, como está haciendo y pretende seguir haciendo el gobierno, lo que se está haciendo es limitar los principios de universalidad e igualdad en el acceso a la sanidad que amparan a este derecho fundamental.

No podemos tolerar que mientras el dinero de todos se está tirando, entre otras cosas, en gastos militares, mantenimiento de burocracias estériles y entes políticos de toda índole, los ciudadanos con menos posibilidades económicas -y que por tanto tienen vedado el acceso a la sanidad privada- se vean obligados a prescindir de la asistencia sanitaria por carecer de recursos, algo que ocurrirá necesariamente si se pone precio a esa asistencia.

Del mismo modo, es inaceptable cualquier limitación del acceso a la sanidad pública a personas pertenecientes a ciertos colectivos, como son los inmigrantes (sea cual su situación legal) o las personas jubiladas, a los que se acusa de “no aportar” al sostenimiento del sistema sanitario y a los que se ve como una carga para el mismo. La sanidad se sufraga a través de los impuestos indirectos, es decir, aquellos que gravan el consumo, por lo que cualquier persona que habite en cualquier territorio del estado está contribuyendo a la financiación de la sanidad en cada compra que realice. Y por tanto, tiene el mismo derecho que cualquier otra a acceder en las mismas condiciones a las mismas prestaciones.

2. Rechazo a la mercantilización de la sanidad y a las privatizaciones

En tanto que los servicios sanitarios no puedan ser autogestionados por sus trabajadores, su financiación debe proveerse con fondos públicos y los trabajadores que los prestan deben ser empleados públicos.

Desde la CNT rechazamos la intrusión de la empresa privada en la sanidad pública, una práctica fomentada por todos los gobiernos, sean del color que sean. En primer lugar porque se mercantiliza su prestación y se hace depender de una relación coste-beneficio inaceptable en un servicio público; y en segundo lugar porque en absoluto es cierto que esas privatizaciones generen ningún ahorro a la administración ni tampoco mejoras en la gestión del servicio, ni en la calidad de los mismos, sino que son fuente de trabajo precario y de corrupción frecuente, como venimos diciendo desde hace ya muchos años.

Estas privatizaciones de servicios públicos, que pueden ir desde la construcción de hospitales a gestión de ambulatorios, permiten además al estado reducir la cifra oficial de déficit -que no el gasto total que suponen- de forma artificial, ya que en determinadas condiciones, la deuda de la administración con estas empresas privadas no se computa como déficit.

La irrupción de capital privado no se realiza en pos de un mayor bienestar social, sino para la obtención de un beneficio que se extrae de los mayores costes que supone para las administraciones y de un empeoramiento de las condiciones en que se presta, a pesar de la inmensa propaganda en sentido contrario con que nos bombardean tanto el estado como las empresas.

3. Rechazo a los recortes de servicios y prestaciones

En la situación actual, en que cada vez más personas ven reducidos o suprimidos sus recursos por el paro y la bajada de salarios, es inaceptable que se recorten las prestaciones de la sanidad pública. España es uno de los países de la Unión Europea que menos fondos destina a gastos sociales (sólo por delante de Grecia, Irlanda, Portugal, Rep. Checa, Polonia, Eslovaquia y Hungría). Diversos estudios demuestran que una reducción de la cantidad destinada a servicios sociosanitarios, traerá al país que la ponga en marcha aumentos en su tasa de mortalidad, en problemas relacionados con la dependencia a drogas legales y no legales, así como de la prevalencia enfermedades infecciosas o de los suicidios.

Este menor gasto público sanitario redunda, además, en que se ofrecen menos servicios que en los países que destinan más fondos a la protección de la salud. Por tanto, en España, los ciudadanos tenemos que gastar más dinero de nuestro bolsillo a pagar aquellas prestaciones que no son facilitadas por el sistema público, algo curiosamente silenciado por los medios de comunicación.

4. Rechazo a cualquier reducción de personal sanitario

Desde la CNT también nos oponemos frontalmente a otra de las vías de recorte que el gobierno pretende practicar: la reducción del personal sanitario. De hecho, ya lo está haciendo a través de la congelación de las tasas de reposición de vacantes, lo que hará en un futuro muy próximo la prestación del servicio se efectúe en condiciones cada vez peores, de mayor presión para los trabajadores y por tanto con menores garantías para los usuarios.

5. Rechazo al repago (conocido como copago) y al aumento del coste de los medicamentos

Desde CNT nos posicionamos en contra de re-pago de los medicamentos por parte de las personas jubiladas y del aumento de su precio para las personas en activo, porque como hemos dicho, estas personas ya están pagando los servicios sanitarios. Con esta medida, este segundo pago se hace recaer sobre aquellos que utilizan directamente el servicio, por lo que habrá quienes vean limitadas sus posibilidades de acceder a medicamentos necesarios. Si el 60% del gasto total en medicamentos lo consumen los mayores de 65 años, es fácil suponer quien va a sufragar esta medida.

Además, el complicado sistema que es necesario poner en marcha para cobrar este recargo, hace dudar de que su alcance vaya a tener una relevancia en forma de ingresos netos, más allá de aumentar la burocracia y resultar vistoso de cara a la galería.

Finalmente, la falacia sostenida por el gobierno y los medios de que esta medida va dirigida contra el abuso de medicamentos es insostenible, ya que son los médicos, y no los pacientes, quiénes deciden que tratamiento deben recibir éstos y qué deben prescribirles. No cabe por tanto, acusar a los usuarios de abuso, sino en último extremo, en enjuiciar un sistema sanitario basado en la prescripción de fármacos.

6. Una sanidad gestionada por la sociedad: por sus trabajadores y usuarios, no por gestores políticos

En la CNT creemos que sólo a través de la autogestión de los servicios públicos por parte de los trabajadores que los desempeñan se puede lograr una prestación racional de los mismos, alejada de los intereses políticos de turno y que responda verdaderamente a los intereses de sus usuarios. La increíble estructura burocrática instalada en los servicios sanitarios solo sirve para encarecerlos, desorganizarlos y hacerlos depender de intereses ajenos al propio servicio público.

Para conseguir esa autogestión, los trabajadores sanitarios organizados en sindicatos, deben tomar conciencia de sus capacidades y asumir las responsabilidades de gestión de forma asamblearia y antijerárquica, contando para ello con la participación de la sociedad en la estructura de toma de decisiones. Optimización de los recursos, participación, coordinación, distribución y métodos de trabajo compartidos y asumidos por quienes los realizan y no ordenados desde las direcciones políticas.

Este es sin duda un horizonte complejo y que necesita de la preparación y puesta en común de las ideas y perspectivas de todos los trabajadores sanitarios, pero que es necesario abordar cuanto antes desde la práctica sindical diaria y la unión de los trabajadores.

7. Una sanidad independiente de los intereses privados

La diferenciación entre la sanidad pública y la privada debe ser clara y meridiana si queremos proteger el sistema público de los ataques a los que constantemente se ve sometido. Esta independencia frente al sector privado debe concretarse en tres vías: Una, en cuanto a inversión y gestión, como ya se ha dicho; dos, en cuanto a la industria tecnológica y farmacéutica, cuyos productos y recursos deben ser utilizados solo bajo el criterio de la necesidad y no de la conveniencia de la industria; y tres, en cuanto a los profesionales, que deben elegir si prestan sus servicios en el sector público o en el privado pero no en ambos al mismo tiempo.

8. Por una visión holística de la salud frente al medicamento como única solución

Desde CNT creemos que la sanidad debe estar al servicio de un concepto integral de salud pública, que no se base en realizar tratamientos paliativos de una determinada situación de enfermedad, sino en enjuiciar y tratar de forma preventiva todos aquellos factores capaces de influir en la salud de la persona. El tratamiento sanitario no puede reducirse a la administración de medicamentos -en muchas ocasiones innecesarios-, sino que debe contemplar la forma de vida en su conjunto, los hábitos alimenticios, las condiciones de trabajo, medioambientales y sociales o biológicos, todo ello desde un punto de vista científico y profesional, no político ni propagandístico.

En este sentido es fundamental priorizar y financiar adecuadamente la atención primaria frente a costosos y complicados sistemas de diagnóstico y tratamientos, de dudoso beneficio para los pacientes, pero de claro interés para la industria que los proporciona. Del mismo modo, la inversiones en servicios sociosanitarios es primordial para conseguir evitar que las condiciones económicas y sociales determinen la salud de las personas con menos recursos.

En este sentido, también es necesario un cambio en nuestra forma de vida y en nuestra dependencia de los fármacos. Para ello es prioritario reconectar a las personas con la autogestión de su salud, con la toma de decisiones consciente sobre sus hábitos y también sobre sus formas de curación, al mismo tiempo que fomentar la toma de conciencia de los profesionales sanitarios sobre estos aspectos.

9. Una sanidad que atienda a las necesidades reales en vez de crear necesidades falsas

Creemos que los servicios sanitarios, como hemos dicho, deben primar la prevención y la atención sociosanitaria desde una perspectiva holística de la salud. En este sentido, debe romperse la tendencia seguida en las últimas décadas por la que se convierten en patologías lo que son sino procesos naturales derivados del paso del tiempo o del carácter de las personas, un proceso impulsado y dirigido por la industria farmacéutica y materializado por los médicos. A través de supuestos estudios y análisis se justifican “científicamente” auténticos absurdos, que consiguen eso sí, una población cada vez más dominada por el miedo y más dependiente de un sistema sanitario que se limita a trasladar las consignas dadas por el sector privado.

Reivindicamos por tanto, la independencia de la sanidad pública frente a los espurios intereses corporativos que la acosan. Solo gracias a esta independencia se podrán planificar un mejor aprovechamiento de los recursos centrado en las necesidades de las personas y no de las empresas o de las élites con poder económico; que potencie una atención profesional y de calidad en lugar de ser campo de batalla de los intereses políticos del momento.

Boletín externo de la AIT nº 2

Esta segunda edición del Boletín Externo contiene artículos de los últimos meses, una vez más compilados por la SI de la ZSP-AIT. La crisis va en aumento y se extiende a más países; la “solución” de los estados y de los capitalistas es dictar a los trabajadores que acepten lo que ellos llaman “la lógica del mercado”. Las medidas de austeridad y los ataques se presentan como necesidades y como “leyes” financieras.

Los sindicatos burocráticos y reformistas, que son dependientes de la ayuda y subsidios legislativos por parte de aquellos que llevan a cabo los ataques, deben o bien rendirse o bien luchar. Si no se movilizan en absoluto están llamados a fracasar, ya que no están construidos para contra-atacar en amplios frentes y para depender de su propia fuerza. De esta forma, los sindicatos reformistas se han convertido en instituciones de servicios y en una carga más sobre las espaldas de los trabajadores, no son herramientas libres para la auto-actividad y emancipación.

La única verdadera “seguridad en el empleo” en la que podemos confiar como trabajadores procede de nosotros mismos, y de la solidaridad y las acciones que seamos capaces de llevar a cabo – y también contiene este boletín artículos sobre movilizaciones, acciones y campañas. Nos gustaría especialmente mencionar la muy exitosa campaña llevada adelante por nuestros compañeros de la Solidarity Federation contra el Workfare. Esta campaña, según el SI de la SF-AIT, incluso ha llevado al Ministro de Trabajo a declarar:

“Es una desgracia que alguien pueda estar tratando de atacar a una empresa que intenta ayudar a jóvenes desempleados de esta manera. La gente involucrada en estas protestas no tiene en absoluto idea del daño que está haciendo a las perspectivas de trabajo de la próxima generación. Estoy decidido a mantenerme firme contra estos manifestantes, lo que están haciendo es totalmente inaceptable”

Justificar las medidas de austeridad y los ataques por razones de “la lógica del mercado” no es nada nuevo, es tan viejo como el capitalismo… También se decía eso en los tiempos de la (re)fundación de la AIT, hace 90 años, etc. Adjuntamos un artículo del periódico “Solidaritet” de 1959 y, tanto en 1922 como hoy en día:

¡El único camino hacia la emancipación para nosotros como trabajadores pasa por tomar el control de nuestra propia lucha: una lucha que está dirigida contra y desde fuera de las estructuras de colaboración de clase, y que a través de la acción directa y la solidaridad confronta y derrota los ataques y el mal que representa el capitalismo!

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