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[28A] Convocatoria por el cierre de los CIEs y contra el genocidio en el Mediterráneo

La concentración tendrá lugar el próximo martes 28 de abril a las 19:00h frente al CIE de Zapadores.

Una vez más, CNT Valencia se une a la concentración mensual por el cierre de los CIEs, pero esta vez con una motivación más; denunciar y exigir el fin del genocidio en el mar Mediterráneo. Es responsabilidad de la Unión Europea, y por extensión del Estado español, acabar con las políticas asesinas de extranjería y control de fronteras que no hacen más que convertir el mar en un cementerio de personas cuyas familias ignoran su destino.

Las miles de personas desaparecidas son consecuencia de las políticas internacionales aplicadas por los Estados en el marco de un sistema capitalista que no hace más que reprimirnos y cercenar nuestros derechos. Un sistema capitalista que promueve el enriquecimiento de los países del primer mundo saqueando de manera continuada los recursos naturales de los países empobrecidos.

Las políticas genocidas aplicadas por la Unión Europea están pensadas para saquear, explotar y esclavizar pueblos enteros; pueblos sometidos a la crueldad de las guerras promovidas para justificar la venta de armas, muchas de ellas fabricadas en el Estado español.

DENUNCIAMOS:
– La explotación de las personas y el tratamiento de esclavitud al que son sometidas en su países de origen produciendo bienes para aquellos que presumen de vivir en “estados de bienestar”.
– La inoperancia de mecanismos de salvamento marítimo.
– La falta de solidaridad a la hora de brindar protección internacional a las personas que llegan escapando de la miseria y las guerras generadas por estados opresores.
– La ampliación de presupuestos para continuar con el genocidio: ampliando las vallas, subiendo los muros, promoviendo la externalización de fronteras, los vuelos de la vergüenza y la legalización de las devoluciones en caliente.

DEFENDEMOS:
– El derecho a migrar y a no migrar.
– Un mundo libre de fronteras donde todas las personas tengamos el derecho a circular libremente y elegir dónde queremos vivir.
– El respeto a los derechos inherentes a las personas.
– La libertad de las personas a decidir sobre sus vidas.

Hoy, aquí y ahora, EXIGIMOS el cierre de todos los centros de internamiento de extranjeros del Estado español, sin condiciones, y recordamos a quienes gobiernan, pero no nos representan, que:

¡NATIVA O EXTRANJERA, LA MISMA CLASE OBRERA!

Confederación Nacional del Trabajo (CNT)
Federación Local de Valencia

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[Manifiesto] Por el fin del Genocidio Migratorio en el Mediterráneo

La Campaña Estatal por el Cierre de los CIE, junto con múltiples organizaciones de defensa de los derechos humanos, condenamos el Genocidio Migratorio que se está produciendo en el Mar Mediterráneo y denunciamos:

Que las personas que han perdido la vida tenían diversos motivos para emprender su viaje; entre éstos, huir de conflictos políticos, bélicos y de la propia pobreza. Lejos de ser fenómenos “naturales”, están directamente relacionados con la política exterior de la Unión Europea y sus intereses comerciales.

Que la Unión Europea define a estas personas como “inmigrantes ilegales” para no tener que aceptar las implicaciones de lo que realmente son: potenciales refugiados, niños y niñas, víctimas de diversos conflictos.

Que la mayoría  de las personas que se han ahogado deberían haber estado amparadas por la legislación y los tratados de protección internacionales suscritos por los países de la Unión Europea. Ante la imposibilidad de cursar cualquier tipo de solicitud, se ven obligadas a arrojarse al mar para, una vez llegadas a Europa, tratar de conseguir este reconocimiento.

Que la UE ha renunciado a su orientación más humanitaria y respetuosa con los Derechos Humanos para darle, en cambio, una orientación bélica a todo lo que tiene que ver con las migraciones. La mayor responsable de este enfoque es la Agencia Frontex. La Agencia entiende el intento de acceso de las personas como un “riesgo” (literalmente) de violación de las Fronteras. Se dedican millones de euros a sufragar tecnología militar de vigilancia y, en cambio, no se destina ninguna medida al salvamento de personas.  Recordamos que la Agencia Frontex ha pasado de tener un presupuesto anual de 5 millones de euros en su origen (2004) a más de 80 millones por año en 2015. El Estado Español destinó en el último lustro casi 290 millones de euros a sellar las fronteras españolas y menos de 10 millones a la acogida de refugiados, una de las ratios más desiguales de la Unión Europea. También ha pagado 50 millones de euros a Marruecos para que construya una nueva valla de concertinas. No faltan recursos, sino voluntad política.

Que la tecnología de Frontex es capaz de localizar las embarcaciones, pero resulta absolutamente incapaz de salvar a las personas. Por prioridades políticas, se invierte el dinero en el control de personas pero no en su salvamento.

Que el Ministro de Interior, Fernández Diaz, es responsable directo de legitimar estas muertes, pues considera que salvar vidas en el Mediterráneo puede generar un efecto llamada. Es decir, según el Ministro, hay personas que hoy tienen que morir para que un posible efecto (sin una relación causal clara) sea evitado. El verdadero efecto llamada no es Salvamento Marítimo. Más bien estamos ante un efecto directo de expulsión, consecuencia de las políticas Europeas en África. Afirmaciones como las del Ministro deberían tener consecuencias legales.

Que no es tolerable aceptar que “otra embarcación se ha hundido”: hay toda una cadena de responsabilidades que han de ser investigadas, esclarecidas y, en su caso, juzgadas. Se ha de evitar que vuelva a suceder, mejorando los protocolos de salvamento.

Que es inadmisible la hipocresía del Presidente del Gobierno cuando indica que “Ya no valen las palabras, hay que actuar” en relación a las muertes del Mediterráneo. Desgraciadamente, naufragios como éste suelen servir para lanzar medidas que dotan de más medios a Frontex sin cambiar un ápice su errática concepción de las migraciones (como una amenaza y un riesgo) y su lógica bélica. En otras ocasiones, se han dado respuestas de intervención directa en los países de origen: bien condicionando sus “ayudas al desarrollo” a la colaboración en la represión de las migraciones o bien con intervenciones diplomático-militares que generan aún más desplazados. Ambas opciones suponen precarizar aún más la experiencia migratoria y aumentar los naufragios en el Mediterráneo, el mar más mortífero del mundo.

Que es necesaria la inversión en un programa europeo de salvamento marítimo acorde a la envergadura del problema, paralela a una reducción de la financiación de programas, operaciones y tecnologías que militarizan la frontera.

Que se hace necesaria la realización de un programa de identificación y memoria de las víctimas, y de repatriación de los cuerpos a sus familias.

La tragedia como género literario hace referencia a cómo los personajes son enfrentados contra el destino de los dioses con resultados de muerte o infortunio. Lo que ha ocurrido el domingo en las aguas del mediterráneo, sin embargo, está lejos de poder considerarse como tal: no son tragedias inevitables, es una responsabilidad de la Unión Europea.

Por el fin de las muertes en el Mediterráneo.
Por el fin del Genocidio Migratorio #GenocidioMigratorio

Campaña Estatal por el Cierre de los CIE

CIES NO

CNT en el Primer Encuentro Anarquista del Mediterráneo

CNT asiste al Primer Encuentro Anarquista del Mediterráneo celebrado en Túnez los días 27, 28 y 29 de Marzo para compartir experiencias y praxis con organizaciones del Magreb y de Europa. Coincidiendo en el tiempo con el Foro Social Mundial (FSM) también en la misma ciudad, los organizadores del encuentro anarquista pretendían aprovechar el clima político permisivo enmarcado en el evento oficial y garantizar la seguridad de los asistentes, además de tratar de visualizar, desde la modestia, otra perspectiva social y transformadora al margen de la línea oficialista de la FSM. En un ambiente de turbulencias políticas que pide a gritos un cambio social, donde las paredes hablan de libertad e incluso se pueden ver “A” circuladas y mensajes políticos por doquier trascurrieron varios actos de calado político. Por un lado estaba el FSM, que encarna el posibilismo del capitalismo blando que vislumbra el interclasismo en un marco de relaciones supeditadas a la representatividad parlamentaria-laboral e institucional. En la otra vertiente tuvo lugar durante tres días y de forma alternativa nuestro modesto encuentro que consiguió aunar unos cincuenta asistentes pertenecientes a organizaciones del entorno libertario de Francia, Italia, España, Kurdistán, Bielorrusia, Argelia, y Túnez entre otros. El objetivo era fundamentalmente compartir experiencias internacionales para encontrar puntos de vista comunes que pongan la primera piedra de un posible intercambio de trabajo e impulsar de alguna forma los colectivos tunecinos en un momento crucial para el florecimiento del anarquismo.

Hay que considerar que las elecciones legislativas celebradas en 2014 han cercenado las expectativas revolucionarias y sociales acaecidas en los tiempos de la revolución del 2011. El derrocamiento de Ben Ali y la puesta en escena de otros agentes políticos que frenéticamente han pugnado por ostentar cotas de poder, han servido para instaurar una balsa de aceite política que ha desvirtuado el significado de las luchas sociales. Indistintamente tanto la izquierda como la derecha han cerrado filas en un férreo modelo de Estado.

Los tunecinos asisten a un momento de regresión de las libertades y los derechos humanos, maquillados en una democracia inconsistente. Los militares en las calles y el Estado policial dan cuenta de un entorno político frágil apunto de eclosionar de nuevo. No se ha olvidado del todo las revueltas que tuvieron un trasfondo connatural y horizontal en muchos de los aspectos. Los grupos anarquistas que poco a poco se definen y desmarcan de otras corrientes políticas no emancipadoras, tratan de hallar su espacio social y desarrollar praxis de autoorganización.

Los tiempos de colonización económica son otros. El establishment y la Troika propician los tratados económicos desde una perspectiva de estabilidad de un norte de África geoestratégico donde la terciarización sectorial y el asentamiento transnacional es la punta de lanza para la región. El neoliberalismo apuesta por las vías democráticas que a la larga son más rentables, aunque no sin un halo despótico que trastoca el contrato social al pulso de los emporios económicos. Es pronto para poder constatar el sindicalismo revolucionario, aunque las condiciones socioeconómicas auguran un posible escenario donde cabría considerar un sindicalismo sui generis en un marco legislativo de relaciones laborales restrictivas. Por consiguiente, la atomización de la clase trabajadora y una sociedad en construcción abocadas a la precariedad laboral, adolecen de instrumentos de lucha no solo para la emancipación social, sino para garantizar las coberturas públicas mínimas y hacer frente al desempleo masivo. Sin duda existe una necesidad de desarrollar el anarcosindicalismo u otras modalidades de organización colectivista que recuperen el espacio abandonado por el Estado y por partidos políticos que no tienen capacidad de organizar la sociedad. En general el entorno anarquista tendrá que debatirse en un terreno farragoso de libertades donde las legislación antiterrorista trasgrede más si cabe los derechos humanos y de asociación. El reciente atentado terrorista en el museo del Bardo o el desarrollo militar de ISIS en la zona fronteriza con Argelia, no hace más que enrocar las políticas hacia una dictadura encubierta. Cualquier manifestación de la sociedad es susceptible de ser considerada terrorista y se vive la opresión. Al final el único beneficiado de estos sucesos es la efervescencia estatal y la instauración de una seguridad policial desenfrenada. En la manifestación del 29 de marzo en repulsa a los atentados terroristas, capitaneada por grandes mandatarios internacionales, incluido el ministro de exteriores español, tenía una carga emocional que conducía la sociedad a los valores patrios con el único lema de la bandera nacional.

Son tiempos interesantes para apuntalar el anarquismo y ser partícipes con nuestros compañeros del Magreb en este empeño, pero también son tiempos difíciles para las organizaciones libres y sociales. Terminar con unas palabras de agradecimiento a las secciones de la IFA (Internacional de Federaciones Anarquistas) que han sido parte de la organización del evento con los compañeros tunecinos y han hecho un acto abierto en el que hemos podido participar. Dentro de las limitaciones del formato y del tiempo dimos a conocer algunos aspectos de CNT y leer las salutaciones de nuestra internacional AIT (Asociación Internacional de los Trabajadores). Especialmente reconocer la labor de la Commun Libertaire tunecina que ha hecho que esto sea posible, y a las FFE, Asociación Victoria Para Mujer Rural, etc., que han dado a conocer unas experiencias de lucha necesarias para entender la realidad tunecina.

Secretaría de Relaciones Exteriores e Internacional de CNT-AIT

Fotos: Carlos Martín

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Rojava: una lucha con sustrato libertario

En julio de 2006 fallecía Murray Bookchin, entre los mensajes que se lanzaron en recuerdo del importante teórico libertario había uno que podía sorprender a quienes tenían sólo un conocimiento superficial de la causa kurda y su lucha antiimperialista.

J. Martínez (Solidaridad Kurdistán) | Periódico CNT

El PKK expresaba ante la muerte de Bookchin su reconocimiento como uno de “los más grandes científicos sociales del siglo XX”, el PKK reconocía la contribución que sus ideas habían hecho al desarrollo de la teoría socialista y expresaba que sus «tesis sobre el Estado, el poder y la jerarquía serán implementadas y realizadas a través de nuestra lucha», y siguiendo estas ideas el PKK prometía llevar a la práctica el confederalismo democrático.

nowruz¿Qué había pasado para que desde unos primeros escritos citando a Stalin, Lenin o Mao ahora el énfasis se pusiera en el libertario Murray Bookchin?

En el año 1978 se constituía en el Kurdistán bajo dominio turco, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Esta agrupación política surgía con unas ideas muy claras, el establecimiento de un Estado kurdo independiente y socialista. El PKK en sus primeros documentos  reflejaba este ideario. En su Manifiesto el PKK se definía como “una organización política bajo la guía del socialismo científico” y aún crítico con políticas que consideraron oportunistas y revisionistas de la URSS del momento, el PKK se mostraba partidario de la lucha socialista y de liberación nacional bajo el auspicio de esta Unión Soviética.

Pero el desarrollo tanto de la lucha que el PKK llevará acabo, como los cambios en la geopolítica internacional afectarán profundamente al programa y estructura del partido kurdo. A diferencia de otros movimientos políticos el PKK es capaz de realizar una lectura crítica de la realidad, el partido es capaz de analizar los acontecimientos ocurridos en torno al sistema soviético y a las ideas del socialismo real y de los movimientos de liberación nacional. En este sentido el Congreso del Partido de 1995 ejemplificará por primera vez de forma más evidente los cambios que se vienen produciendo. La resolución de este Congreso califica ya al período del socialismo dominado por la influencia soviética como una fase de “socialismo primitivo y brutal” y aboga por un nuevo período en la lucha socialista. No sólo esto sino que el abandono de la bandera de la hoz y el martillo o la sustitución del “Comité Central” por la “Asamblea del Partido” evidenciarán este proceso de evolución en la concepción del socialismo del movimiento de liberación kurdo.

Pero los cambios más importantes llegan a finales de los años 90, el proceso de evolución ideológica del partido continúa sobre todo de la mano de su líder Abdullah Öcalan, y su detención en 1999 marcará un antes y después en la historia del movimiento de liberación kurdo.

La nueva situación de Öcalan será aprovechada por el líder kurdo como un espacio de negociación con el Estado turco y a su vez será un altavoz para las nuevas ideas que se estaban gestando en el PKK y sobre las que Öcalan está trabajando. Los documentos de defensa que el líder del PKK elabora son sendos documentos de análisis histórico y político que comienzan a desarrollar los nuevos paradigmas del movimiento de liberación kurdo.

Pero aún pasarán unos años hasta que el nuevo armazón teórico sea totalmente desarrollado y madurado por Abdullah Öcalan, entre 1999 y 2004, en que se consolidan tanto las nuevas ideas como la nueva estructura del movimiento de liberación kurdo, habrá un elemento fundamental que permitirá que precisamente el nuevo paradigma del movimiento kurdo se desarrolle tal como ahora lo conocemos.

En 2002 Öcalan ha comenzado a estudiar la obra de Bookchin, encontrando en ella una gran inspiración y recomendando su lectura a los militantes y políticos kurdos, y ya en 2004 Öcalan se muestra claro entorno a su afinidad a las ideas desarrolladas por Bookchin en su obra. Sólo un año después el nuevo ideario del movimiento de liberación kurdo está ya maduro y se lanza oficialmente y en paralelo a la reestructuración organizativa del movimiento.

El 20 de marzo de 2005 queda anunciada la formación de la Koma Komalen Kurdistan (que después se renombrará como Koma Civakên Kurdistan – Unión de Comunidades del Kurdistán) y el confederalismo democrático queda definido como el ideario de esta nueva organización y como el modelo para la liberación del pueblo kurdo y los pueblos de Oriente Medio.

El confederalismo democrático es ya un sistema completo que concluye este proceso de cambios e impasse en que tanto el ideario como la estructura del PKK parecían encontrarse, y comienza un nuevo período marcado por estos nuevos paradigmas.

El confederalismo democrático no interpreta el derecho de autodeterminación de los pueblos como el derecho al establecimiento de una Estado-nación kurdo sino que considera que éste no haría más que “reemplazar las viejas cadenas por unas nuevas”. Ante esto se plantea un modelo de auto-gobierno que se construye sobre “la auto-gestión de las comunidades locales y se organiza en consejos abiertos […]. Los propios ciudadanos son los actores de un gobierno de este tipo, no las autoridades estatales”, así lo expresa Öcalan.
Como visión integral de la liberación de la sociedad el confederalismo democrático tiene un marcado carácter anti-capitalista. En su oposición a la economía capitalista plantea un sistema económico basado en las “comunas ecológicas y económicas”, bases para la creación de un sistema económico que obedezca a dar respuesta a las necesidades fundamentales de la sociedad y no a la obtención de beneficios, y que sea capaz de proteger el medio-ambiente. La importancia de crear una sociedad ecológica es otro de los pilares del confederalismo democrático y es una muestra clara de la impronta que Bookchin ha tenido sobre este.

Por último, de esos pilares a señalar tenemos que hablar de la liberación de la mujer, la autoorganización de las mujeres dentro del movimiento es un elemento fundamental y la lucha contra el patriarcado es parte fundamental del programa de los revolucionarios kurdos, tal como lo dice Öcalan, “sin la mujer libre no puede haber un Kurdistán libre”.

En las cuatro partes del Kurdistán el movimiento de liberación kurdo está luchando para construir una sociedad libre, Kurdistán Norte y Rojava son los ejemplos más claros, donde a pesar de la enorme represión y de la guerra, el confederalismo democrático está en marcha.

El movimiento revolucionario kurdo junto a sus pueblos hermanos están dando una lección al mundo. La modernidad democrática frente a la modernidad capitalista, frente la historia de la ocupación, el colonialismo y la invasión, el pueblo kurdo está construyendo una sociedad democrática, igualitaria y libre.

 

Las consecuencias sociales y laborales del TTIP: crónica de un desastre anunciado

El Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP en sus siglas en inglés) entre EE.UU. y la UE se está negociando entre las grandes empresas multinacionales y las élites políticas a espaldas de la ciudadanía de ambas regiones. imagen TTIPSu objetivo teórico es suprimir obstáculos arancelarios a la actividad comercial (sin embargo las tasa aduaneras ya son bastantes bajas: 5,2% en la Unión Europea y 3,5% en los Estados Unidos de América), la inversión, el crecimiento económico y la creación de empleo. Su objetivo real es desregular y eliminar derechos sociales, laborales, sindicales, normativas medioambientales y privatizar los servicios públicos como la salud, la educación, el agua, los transportes, etc., para conseguir más beneficios.

El TTIP pretende garantizar las inversiones de las empresas por encima de las leyes de los Estados, hasta el punto de que éstos tendrán que indemnizar a las empresas si ven perjudicado el nivel previsto de sus ganancias, a través del Instrumento de Resolución de Conflictos entre Inversores y Estados, los famosos tribunales de arbitraje, no sometidos a la justicia ordinaria de los Estados. El TTIP es una vuelta de tuerca más, para acabar con los derechos de la ciudadanía y disciplinar a los trabajadores y trabajadoras, al acentuar los procesos de recortes, privatización y liberalización de flujos de capitales, aumentando todavía más el poder del gran capital, tal como ha sucedido con otros tratados, como con el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA en inglés). Desde esta perspectiva sus consecuencias van a ser negativas para la agricultura, la alimentación y el medio rural, la salud, la privacidad, el empleo, los derechos laborales y sociales y el medio ambiente.

CONSECUENCIAS PARA EL EMPLEO Y LOS DERECHOS LABORALES Y SOCIALES

Según el gobierno de EE.UU. con el TTIP se crearían millones de puestos de trabajo. Existen estudios que hablan de la creación de 750.000 empleos y de un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) en la UE de entre 1% y 0,5% hasta el 2.027, pero la misma Comisión lo reduce al 0,1%. Se destruirían empleos en la industria cárnica, el sector de los fertilizantes, el bioetanol, el azúcar, bienes de equipo y el metalúrgico. Un estudio alternativo y crítico realizado por la Universidad de Tufts, afirma, entre otras cosas, que se perderían 600.000 puestos de trabajo en la UE, las rentas del trabajo se reducirían en su participación en el PIB y se perderían ingresos públicos.

En lo que se refiere a los derechos laborales y sindicales, hay que tener en cuenta la “armonización” de la regulación, la igualación a la baja. En Estados Unidos los derechos laborales y sindicales brillan por su ausencia, en la Unión Europea por ahora están garantizados, pero no armonizados, al menos aunque formalmente esten minimamente garantizados, se conculcan e incumplen cada vez más. EE.UU. solamente ha firmado dos de los ocho convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los contrarios al trabajo infantil y al trabajo esclavo, pero no los que se refieren a la negociación colectiva y al derecho de organización y asociación. Tampoco ha ratificado el Pacto Internacional de Derechos Económicos (incluidos los derechos laborales, sindicales y de salud), sociales y culturales, adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante la resolución 2200 A (XXI) de 16 de diciembre de 1966 y que entró en vigor el 3 de enero de 1976.

Asimismo, entre los Estados de la Unión existe una competitividad por atraer inversores, tanto de otros Estados como de países extranjeros, para lo cual en 24 de ellos han rebajado los salarios y recortado derechos en seguridad y salud laboral. La negociación colectiva y la organización sindical no están reconocidas, por lo tanto el derecho de huelga y la libertad sindical han desaparecido del mundo laboral.
Se dan “facilidades para trabajar” (disponibilidad para el empleo o empleabilidad), en lugar de trabajo. Se ha implantado el llamado Workfare, la aceptación de cualquier trabajo bajo presión por parte de los parados (desde una visión neoliberal se responsabiliza a los desempleados de su propia situación, y no al contexto socioeconómico que produce paro, pobreza y desigualdad), que también se denomina paradójicamente right to work (derecho a trabajar). No está establecido el salario mínimo, ni la seguridad y la salud en el centro de trabajo. Los trabajadores de algunas multinacionales, como Wal-Mart y McDonald’s, cobran salarios de hambre, y tanto es así, que tienen que solicitar los bonos de alimentación que concede el gobierno a los pobres.

Esta es la situación laboral que muy probablemente podría implantarse en los países de la UE, en aras de la competitividad, si llegara a firmarse el TTIP. Por otro lado, EE.UU. es el país más desigual del mundo, donde no se reconoce el acceso a la atención médica como un derecho humano fundamental. Su sistema de salud es privado casi en su totalidad y de baja calidad. Recientemente se ha ampliado la atención sanitaria con el presidente Obama, sin embargo casi la mitad de los 50 Estados de la Unión se niegan a ampliar la atención sanitaria para los pobres. Esta situación es debida principalmente al poder económico de las grandes aseguradoras médicas. El que tiene dinero puede acceder a una atención sanitaria de calidad.

Por su parte, la UE hace ya décadas que aplica la política neoliberal en todos los ámbitos, incluido especialmente el socioeconómico, la política social, donde está incluida la política laboral, que se delega claramente en los Estados miembros. Dicha política no sólo no acaba con la desigualdad, el paro y la pobreza sino que los agudiza. Se limita a diseñar y elaborar Planes, para que los pongan en marcha los Estados. Se considera a los parados, igual que en EE.UU., como los únicos responsables de su situación, por lo que hay que hacerlos “empleables”, aplicándoles “políticas activas de empleo” (individualizan el problema) y presionándoles para que acepten cualquier empleo, al potenciar los contratos temporales y a tiempo parcial, el trabajo precario. Las prestaciones han perdido su consideración de DERECHOS y se han tornado en “contratos obligacionales”, cual seguro asistencial, debilitando seriamente las condiciones laborales. Se está ampliando la edad de jubilación y reduciendo las pensiones. Las reformas laborales dan todavía más poder a los empresarios. Por este motivo, ha habido huelgas generales en Grecia, Portugal, España y, recientemente, también en Italia y Bélgica. Esta es la precaria situación de los derechos laborales y sociales en la UE, en el marco del Tratado de Lisboa todavía vigente, que se asemeja cada vez más, de un modo inquietante y peligroso, a los parámetros estadounidenses.

Por consiguiente, es necesario luchar contra esta construcción europea y contra el TTIP, desde la sociedad civil, los trabajadores y trabajadoras y los sindicatos alternativos de clase, de forma coordinada y eficaz, para que el gran capital no logre hacer desaparecer los derechos fundamentales, entre los que se encuentran los derechos sociales, laborales y sindicales, cuya eliminación es el objetivo real de estos acuerdos.

¡Contra la globalización de la explotación económica, internacionalismo obrero y solidaridad de clase!

BLOQUE COMBATIVO Y DE CLASE:

ALTERNATIVA SINDICAL DE TRABAJADORES (AST)
BALADRE
CONFEDERACIÓN GENERAL DEL TRABAJO (CGT)
CONFEDERACIÓN NACIONAL DEL TRABAJO (CNT)
COMISIONES DE BASE (CO.BAS)
COORDINADORA SINDICAL DE CLASE (CSC)
INTERSINDICAL ARAGON (IA)
SINDICATO ASAMBLEARIO DE SANIDAD (SAS)
SOLIDARIDAD OBRERA (SO)