Las convocatorias de CNT València desbordan por segundo año consecutivo todas las expectativas.
La central sindical comenzó sobre las 7.00 los actos de la jornada de huelga general feminista del pasado 8M. Los piquetes informativos iniciaron la jornada en la fábrica de Frescos Delisano, situada en el polígono de Cheste (València). Así, las afiliadas de los piquetes de CNT informaron de la jornada de huelga al grueso de la plantilla, que realizaba el cambio de turno por la mañana. La actividad de los piquetes se desarrolló con total normalidad, repartiéndose entre las trabajadoras y trabajadores cientos de octavillas informativas.
Sobre las 10.30 los piquetes informativos, junto a personas afiliadas a CNT y simpatizantes, se congregaban en la Plaza de San Agustín para participar en el pasacalles informativo de la mañana por el centro de València. Repitiendo el éxito del año anterior, numerosas personas que transitaban por las calles del centro económico valenciano se sumaron de forma espontánea al pasacalles, el cual transcurrió desde la Calle Xátiva hasta la Plaza de la Virgen. En el transcurso de la convocatoria, el bloque de CNT se encontró con otros grupos de compañeras y compañeros que integraban piquetes informativos itinerantes, hecho que hizo notoria una mayor participación y visibilización de actividades reivindicativas en las calles en comparativa a la huelga general feminista del 2018.
La jornada de huelga continuó a las 18.00 con la participación del bloque de CNT en la convocatoria de la tarde. La manifestación, que congregó a alrededor de 90.000 personas -casi triplicando a la convocatoria del año anterior- tuvo que partir de dos puntos distintos para evitar el colapso que ya se produjo el año anterior, saliendo el primer bloque desde la Estación del Norte y el segundo desde la Puerta del Mar hasta finalizar ambos bloques, con el mismo trayecto, en las Torres de Serranos.
Durante todas las convocatorias de la jornada de huelga, el bloque de CNT continuó con la labor informativa y, asimismo, entonó consignas combativas reivindicando los derechos de las mujeres; denunciando la brecha salarial, el techo de cristal y la dificultad para conciliar y recordando, una vez más, que todos los días son 8 de Marzo y que se trata de una lucha, no de una fiesta.