Alrededor de un 72% de los/as trabajadores/as de la enseñanza pública secundan la huelga, paralizando la actividad académica en todo el Estado.
Sobre las 7:00h de la mañana del jueves 9 de mayo, llegaban los/as primeros/as estudiantes al quiosco de Tarongers. Poco después, hacia las 7:45h, ya se concentraban alrededor de cien jóvenes, decididiendo comenzar las acciones. Se cortó, entonces, la Avenida Tarongers -tanto la calzada como las vías del tranvía-. Un gran dispositivo policial en Tarongers para silenciar las demandas estudiantiles se hacía visible: cargados con furgones, varias decenas de policías locales, municipales y nacionales y el zumbido constante del helicóptero sobrevolaban las facultades. El grupo de estudiantes se dividió, formando piquetes que se situaron en cada una de las entradas -tanto de la Universidad Politécnica como de la Universidad de Valencia-. Los piquetes se limitaron a informar de la huelga a los esquiroles, tanto mediante el reparto de octavillas como verbalmente, sin producirse ningún altercado. Fue notoria la escasa afluencia en las clases: el Politécnico estaba prácticamente vacío.
Infiltrados entre un grupo de estudiantes, se descubrió a dos policias secretas, los cuales fueron expulsados del grupo. Mientras, la policía comenzaba a registrar a algunos/as jóvenes y los/as estudiantes se refugiaban en el interior de la Univeristat Politècnica de Valencia pudiendo, juntos, de manera directa y horizontal, decidir qué hacer. El siguiente paso fue salir del Campus en dirección a la Universitat de València. En ese momento, al salir de la Universidad Politécnica, varios estudiantes fueron acosados e identificados por los Cuerpos y Fuerzas de Represión del Estado, siendo acusados verbalmente por los agentes de manera completamente arbitraria.
Los/as estudiantes decidieron proseguir con la jornada de huelga en las facultades de la UV, realizando piquetes en las puertas de las bibliotecas e incluso accediendo a una de ellas para informar de sus motivos a aquellos esquiroles que no secundaron la huelga. El conjunto de huelguistas les explicó que su derecho a una educación más justa está por encima de su decisión de ir a clase en ese día de lucha, y que, además, en el caso de no secundar la huelga, estaban tomando partido en los privilegiados, convirtiéndose en cómplices del sistema educativo injusto y privativo imperante.
Cabe destacar que, la asistencia a clase en la UV, fue también escasa. Considerando que las acciones en los campus de Vera estaban finiquitadas, el siguiente paso fue, debido al fuerte dispositivo policial, dirigirse, lentamente y rompiendo el bloque, hacia las facultades de Blasco Ibáñez. Durante el trayecto, varias «lecheras» de la policía nacional persiguieron e identificaron a numerosos/as estudiantes, procediendo a cacheos y registros. Cuando se reagrupó el grueso de estudiantes que estaban en Tarongers, éstos/as entraron en la facultad de Medicina, donde se realizaron más piquetes informativos. La policía se concentró en Blasco Ibáñez, provocando que los/as estudiantes que habían entrado en las facultades esperaran a que los furgones se retirasen para salir para evitar más identificaciones injustificadas.
Una vez finalizados los piquetes informativos, los/as manifestantes se trasladaron a la puerta de la Facultad de Historia donde cortaron la calle. Varios agentes de policía se acercaron a los manifestantes preguntando por el representante o dirigente del grupo. Se les contestó que no existía tal persona y que, si quería hablar con algún/a portavoz, podía dirigirse a cualquiera de los allí presentes. La siguiente decisión fue trasladarse a la Facultad de Psicología, al otro lado de la calle, para cortar Blasco Ibáñez en el sentido contrario. En el trayecto, se identificó a dos policias secretas, expulsándoles inmediatamente del bloque al grito de “¡Secreta, idiota, te crees que no se nota!”.
Fue en ese punto de la mañana cuando se caldeó el ambiente, acercándose varios furgones acompañados de un amplio grupo de antidisturbios ya armados y preparados para cargar por ambos lados de la calle. Los/as estudiantes, acorralados/as, se refugiaron en la facultad preparando barricadas para defenderse de los portadores de la violencia estatal. Mientras los/as estudiantes estuvieron dentro, hubo intercambio de consignas y algún lanzamiento de piedras con el objetivo de expresar su descontento frente a la opresión, la falta de diálogo y de interés respecto a la situación educativa. La policía, apostada en la entrada de la facultad, grababa a los manifestantes, siguiendo con las identificaciones legales pero completamente ilegítimas.
El siguiente paso fue dirigirse a Historia, donde había sido convocada una manifestación a las 12:00h. Allí si se concentró el gran grueso de estudiantes, integrado por varios bloques así como estudiantes que acudían a título individual. La marcha se desarrolló sin mayores incidentes, al cruzar el río y pasar la manifestación por los grandes núcleos empresariales y financieros de la ciudad los/as huelguistas expresaron su gran descontento con los que identificaban como culpables a grito de “¡A-Anti-Anticapitalistas!”. Se apreciaba el ambiente de descontento: la juventud de Valencia dejaba claro que está despierta y no se anda con medias tintas al tratar con los culpables de la imperante injusta situación social.
El trayecto final se recorrió a través del Barrio del Carmen. Al llegar a la Plaza de la Virgen, los portadores de la violencia uniformada y legal acorralaron a un grupo de manifestantes. No cargaron pero mantuvieron un ambiente de tensión entre la gente que allí se agolpaba, las cámaras de televisión estaban presentes en ese punto final de la marcha. Se coreó “¡Televisió manipulació!”, en referencia a la hipocresía, a la información selectiva y al hecho de mostrar las imágenes que más convienen a los magnates de la información que tiene como objetivo vender y no informar.
Horas más tarde, en la manifestación convocada a las 18:30h, la Plaza de San Agustín empezaba a llenarse de gente. Pancartas y consignas dieron color al punto de encuentro, retrasándose la marcha programada debido a la llegada continua de personas. CNT tenía gran presencia en la manifestación, llevando la voz cantante en las consignas. La Sección de Enseñanza de CNT repartió entre los/as asistentes las octavillas redactadas para la ocasión. La marcha se desarrolló como es habitual, CNT coreaba consignas de corte anarcosindicalista en referencia a la educación como “La llibertat s’educa sense Estat”, o “Educació és autogestió”.
Al pasar por el distrito financiero del centro de Valencia, se manifestó el «cabreo» contra la impunidad de la banca en la situación social y, también, contra el sistema capitalista imperante que hace de la educación un negocio más. Los bancos, que por la mañana fueron objeto del descontento estudiantil, por la tarde estaban cubiertos y protegidos por la policía. Este acto evidenció el hecho de que la autoridad estatal defienda a los poderes del capital, dejando ver claramente que está al servicio del sistema capitalista y en contra de los reclamos del pueblo. Al pasar por la puerta de El Corte Inglés, se recordó, desde el megáfono, a las más de 1000 víctimas de Bangladesh, exponiendo los abusos del sistema asesino capitalista que únicamente persigue el poder aniquilando todo lo que encuentra a su paso. La manifestación finalizó frente a Delegación del Gobierno, en Colón, con “A las Barricadas», canto de la clase obrera por excelencia.
Aproximadamente un 72% de los/as trabajadores/as de la enseñanza secundaron la huelga en todo el Estado español, imposibilitando un normal desarrollo de la jornada académica y cumpliendo, por tanto, con el objetivo marcado: paralizar toda actividad. La jornada de lucha fue completa, lejos de ser una victoria, fue una forma de crear una relación social colectiva entre trabajadores/as y estudiantes. El descontento por la situación educativa tuvo su expresión en las palabras y en las acciones llevadas a cabo. La lucha continúa en la calle.
Sección de Enseñanza de CNT- Valencia