[Igualdad Real] Mi género no me capacita: mis aptitudes y mis méritos sí

¿Está capacitada una mujer para construir una casa? ¿Y para apagar un fuego, conducir un camión, arreglar un coche o para dirigir?

Las trabajadoras con empleos masculinizados (albañil, mecánica, minera, conductora, bombera, capataz, etc.) sufren la lacra de una división sexual del trabajo, construida en base a unos roles de género que la sociedad -fundamentada en un sistema patriarcal- inculca a las personas desde la infancia.

Así, trabajos relacionados con los cuidados y el hogar (sanidad, enseñanza, limpieza, textil, etc.) se asocian a una supuesta capacidad vinculada a la sensibilidad o ‘naturaleza femenina’. Por el contrario, en los sectores masculinizados, las trabajadoras deben luchar contra los estereotipos que apuntan a que no tienen resistencia o fuerza física o que no están capacitadas para trabajar con maquinaria, herramientas o dirigiendo a otros/as trabajadores/as.

En muchos de los casos, estas trabajadoras, a pesar de estar avaladas por su formación o experiencia, o de haber superado las pruebas necesarias para el puesto, se enfrentan a la falta de confianza de sus propios compañeros de trabajo, o de la clientela, que cuestionan su capacidad para desempeñar su labor. En otras ocasiones, la estereotipación, la falta de confianza o el paternalismo puede derivar en un entorno laboral hostil o incluso ofensivo, donde la infravaloración hacia las trabajadoras, las bromas sexistas, el aislamiento social o el acoso sean habituales.

Las trabajadoras que ocupan empleos masculinizados evidencian que la división sexual del trabajo proviene de una construcción socioeconómica del patriarcado que, igualmente, puede deconstruirse, demostrando que la capacidad y los méritos son los únicos elementos válidos que deben ser tenidos en cuenta para ganarse el respeto y la confianza en el entorno laboral.

Frente a la estereotipación, invisibilización y discriminación de las mujeres que ocupan empleos masculinizados, hay que decir alto y claro que:

Únicamente las aptitudes y méritos de las trabajadoras son aquello que debe considerarse en relación a su puesto de trabajo.

Las trabajadoras merecen y deben contar con la misma confianza y respeto que se da al hombre, de forma automática, al comenzar a desempeñar su trabajo -pues es habitual que las mujeres en empleos masculinizados sean cuestionadas por defecto, algo que no suele ocurrir con un albañil, un mecánico o un bombero, por ejemplo.

Las bromas sexistas, la discriminación o el acoso no debe ser relativizado o justificado. Debe denunciarse, señalando a quienes lo realizan como lo que son: machistas y/o acosadores.

Web-Construcción

#TodosLosDíasSon8deMarzo

Os recomendamos los siguientes dosieres sobre género, editados por las Secretarías de Acción Sindical y Social de la CNT:

Desempleo y mujeres en la crisis (PDF)
Mujeres, Sindicalismo y Sociedad (PDF)

Federación Local de Valencia
Confederación Nacional del Trabajo (CNT)