El 21 de Marzo las Marchas de la Dignidad vuelven a Madrid para exigir Pan, Trabajo, Techo y Dignidad

Las Marchas de la Dignidad vuelven a Madrid con la vista puesta en la Huelga General laboral, de consumo y social convocada para el próximo mes de octubre. Coincidiendo con el aniversario de la multitudinaria manifestación del 22M que reunió en Madrid a dos millones de personas con el objetivo común de lograr una vida digna para la clase trabajadora, la situación es un año después incluso peor, dando al tejido social del Estado español todavía más motivos para volver a salir a la calle.

A pesar de la campaña gubernamental para vendernos que hemos salido de la mal llamada crisis, más de cinco millones de personas siguen en paro, no llegando la cobertura de prestaciones al 58% de esas personas. Más de medio millón de hogares tienen que sobrevivir sin ingreso alguno. Los empleos que se crean son temporales y con salarios de hambre, viviendo por debajo del umbral de la pobreza muchas personas con trabajo -un 30% de la población española ya es pobre-. El paro juvenil es de más del 55% y la emigración ya se ha convertido en la única perspectiva de buena parte de esta generación perdida. Y la situación de los/as pensionistas no es mejor, perdiendo año tras año poder adquisitivo.

No era de esperar una evolución positiva cuando el Gobierno aplica una política fiscal que beneficia a quienes más tienen; cuando la clase empresarial y política corrupta evade impuestos por un valor del 5% del PIB. Con un Estado creado para mantener los privilegios de la clase capitalista, lo previsible era lo que ha sucedido: que mientras la pobreza se sigue extendiendo como un cáncer entre la clase trabajadora,  aumente el número de millonarios/as.

Por ello, la clase trabajadora debe levantarse y decir que ya está bien de tolerar que con los impuestos de quienes apenas tienen qué echarse a la boca se rescate bancos o se paguen deudas ilegítimas. Todo mientras se deterioran los servicios públicos, en favor de la privatización de los mismos que sólo beneficia a esa clase empresarial que sigue queriendo vivir a nuestra costa. Que ya está bien de que el gobierno responda con represión a las legítimas reivindicaciones laborales y sociales, como el pleno empleo, la jornada semanal de 30h, la renta básica o el derecho inviolable a servicios esenciales. Porque eso es lo mínimo que se puede pedir desde una clase obrera que, sorprendentemente, sigue tolerando el Capitalismo. Y porque, si renunciamos a luchar por esos mínimos, perderemos la poca dignidad que nos queda.

Federación Local de Valencia
Confederación Nacional del Trabajo (CNT)

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