El orgullo está en la lucha

Han pasado ya 45 años de la revuelta de Stonewall y el colectivo LGTB-Queer sigue teniendo muchos motivos para mantener viva su lucha. Es cierto que ha habido muchos avances desde que germinaron los distintos movimientos populares en defensa de la libertad sexual y de género. No obstante, a día de hoy seguimos viendo como dichas libertades son pisoteadas sistemáticamente por las instituciones que sostienen el statu quo.

Es el caso del acoso y la marginación -tanto social como curricular- que se dan día a día en los diferentes niveles del sistema educativo y que generan dolorosos conflictos de identidad en miles de jóvenes a lo largo de todo Estado, sin que se establezcan mecanismos para erradicarlos. Tampoco podemos olvidar la discriminación en las relaciones laborales que, eso sí, es enmascarada con falsos motivos para la no contratación o el despido. Porque si antes se atacaba directamente al colectivo LGTBQ desde las principales instituciones, ahora los mecanismos de discriminación son más sutiles y efectivos. Y es que al tiempo que se transmite un mensaje formal de aceptación e integración, se invisibiliza el conflicto, logrando así la desmovilización social.

No nos extrañemos entonces al ver cómo el 28 de junio, esa fecha tan significativa en la lucha por los derechos LGTBQ, se ha ido convirtiendo con los años en un fiel reflejo de la pacificación social impuesta. Tal vez ya va siendo hora de cuestionarse seriamente el hecho de que el carácter festivo de la cita prevalezca cada vez más sobre el reivindicativo. Pero sobre todo deberíamos preguntarnos cómo es posible que algo que nació como una jornada combativa del pueblo oprimido, haya acabado siendo un escaparate de auto-bombo para empresas y partidos políticos. Algo que sin duda se verá reforzado este año, al haber establecido la organización tarifas -en concepto de «donativo»- para quien quiera «participar visiblemente en la manifestación».

Es por ello que desde CNT-Valencia queremos hacer un llamamiento a la recuperación de éste y de  todos los conflictos originados en la sociedad de clases que el Capitalismo y el Estado nos impone. Como pueblo oprimido tenemos la responsabilidad de unirnos y organizarnos para luchar por la libertad sexual y de género y, en definitiva, por el fin de todo tipo de explotación y opresión.

Federación Local de Valencia
Confederación Nacional del Trabajo

LGTBQ