1936, nada menos que la revolución

80 ANIVERSARIO DEL PERIÓDICO CNT

La guerra, el comienzo del proceso revolucionario en la zona republicana, la situación en los frentes de guerra… son algunas de las cuestiones que se reflejarían en el periódico en su momento de mayor tirada de toda su historia

I. Nistal | Periódico CNT

`Esto es nada menos que la revolución´, así de tajante se mostraba el periódico en su editorial del 23 de septiembre de 1936. Ante la paradoja de si había que ganar primero la guerra para hacer luego la revolución, la CNT comprendió desde el primer momento de que ambos proyectos eran inseperables y necesariamente realizables al mismo tiempo.

Para ganar la guerra, una de las propuestas fundamentales que el sindicato esbozó fue la necesidad de crear en Madrid el Consejo Nacional de Defensa, sin duda una de las contribuciones más importantes del anarcosindicalismo en la guerra, demostrando que las antiguas formas de organización política centralizada ya no servían, y en esa organización social debían estar presentes todas las fuerzas antifascistas. De esta forma reforzarían el mando único, una única milicia y una disciplina férrea que condujera a la victoria. En este sentido, desde el periódico se observa en los primeros compases de la guerra un total convencimiento, no ya de ganar la guerra, sino de que esta se consiga lo antes posible.

Para hacer la revolución, la CNT y el anarquismo aúpan la ansiada transformación social a través de las colectivizaciones de la tierra y la industria, cambiando completamente la concepción de la sociedad a través del federalismo y la democracia directa. De esta forma podemos encontrar interesantes reportajes como del Comité Central de Abastos de Barcelona, en donde por ejemplo se confeccionaba ropa con destino a Madrid.

Son momentos de gran entusiasmo. En el periódico se observa una actividad febril, donde no solo se informa de la marcha de los frentes, especialmente en la zona centro de donde se poseía una mayor información y más fluida (Guadarrama, Ávila, Cuenca, Toledo, Guadalajara, Madrid…), sino la propia labor sindical que no cesa a pesar de estar en guerra, con grandes mítines, actividades culturales a través de los ateneos libertarios y la creación de nuevos sindicatos.

El periódico es testigo directo de aquellas jornadas heroicas, de gran esfuerzo, de la alianza entre UGT y CNT, de la organización social en Cataluña y Aragón, la Defensa de Madrid, la entrada al gobierno de Largo Caballero de los ministros anarquistas, la no intervención europea en la guerra, la muerte y entierro de Durruti… Son tiempos también de llamamientos a la comunidad islámica para defender la República, de mensajes de apoyo a la URSS, pronto todo aquello se desvanecería…

Respecto al periódico, que seguía teniendo una tirada diaria durante la guerra, al igual que Solidaridad Obrera en Barcelona, y Fragua Social en Valencia, predominaban los reportajes fotográficos con las firmas destacadas de Serna, Tello y Garrido, entre otros. Tampoco faltaba la correspondiente viñeta de Gallo, muchas de ellas caricaturizando el papel de la Iglesia en la guerra, y especialmente alentando a los milicianos hacia la victoria y haciendo gran hincapié en la necesidad de fortalecer el frente como la retaguardia. Como cronistas de guerra cabe destacar a García Pradas, Bertolucci o Mauro Bajatierra, uno de los mejores y más originales reporteros de guerra.