La actual sede de CNT València, ubicada en la Calle del Progreso, podría ser un edificio más del conocido barrio El Cabanyal, pero no es el caso: este inmueble tiene una historia cuanto menos curiosa que se remonta a antes de la Segunda República Española
En concreto, su inicio data en 1924, cuando los albañiles afiliados al sindicato, que tenía una notable militancia en este sector, construyeron el edificio en sus ratos libres como contribución a la organización. Desde entonces, fue el emplazamiento oficial para las diferentes ramas de CNT València: madera, manufactura, piel, agricultura y, especialmente, industria marítima, ya que esta zona todavía era un poblado anexo a la ciudad que vivía en gran medida de las actividades ligadas al puerto.
Asimismo, aunque no se han conseguido documentos fehacientes por el momento, se ha recogido el testimonio de algunas personas mayores de la zona y algunos antiguos militantes del sindicato, quienes cuentan que el edificio de CNT València sirvió como residencia para el ayuntamiento de la ciudad en 1939, justo antes de acabar la Guerra Civil. El centro estaba siendo bombardeado, de manera que alcaldía, con sus correspondientes concejalías, y servicios administrativos encontraron refugio en este espacio.
Sin embargo, el establecimiento del sistema dictatorial franquista implicó cambios radicales para CNT València tanto a nivel funcional como material. Muchos militantes fueron fusilados y enterrados en las fosas comunes que se encuentran en el cementerio de la localidad de Paterna. Además, se promulgó la Ley de Responsabilidades Políticas el 9 de febrero de 1939, que fue publicada en el Boletín Oficial del Estado el día 13 de ese mismo mes, cuyo objetivo era acabar con cualquier organización sindical que reivindicara libertades y derechos, por lo que el Estado incautaba todos sus bienes.
De este modo, el edificio fue cedido durante la dictadura al llamado Sindicato Vertical controlado por Falange Española de las JONS y no pudo ser recuperado por CNT hasta el periodo democrático iniciado en julio de 1976. De hecho, diez años después de la instauración del nuevo Gobierno, en 1986, se aprobó la Ley de Cesión de Bienes de Patrimonio Sindical Acumulado, que establecía que los bienes incautados por el Estado podían ser reintegrados a las entidades que demostrasen su propiedad previa al franquismo.
La CNT, que era un sindicato mayoritario en el ámbito nacional antes de la dictadura, inició los trámites para recuperar su patrimonio, del cual solo ha logrado una cuarta parte hoy por hoy. La sede de València forma parte del 25%, aproximadamente, que sí ha vuelto a las manos del sindicato. Dado que en ese momento se disponía de otro espacio en la ciudad, se decidió ceder gratuitamente el edificio de la Calle del Progreso durante 10 años a Auxilia Valencia, una ONG que trabaja por la integración de personas con diversidad funcional.
Transcurrido ese tiempo, CNT València volvió a su ubicación de origen en 2010, donde permanece actualmente. La intención del sindicato es mantener esta sede debido a su gran simbolismo y valor históricos. De hecho, la fachada es patrimonio protegido, por lo que solo puede ser rehabilitada y no modificada.