La FAU-AIT apoya a los trabajadores polacos contra el robo de su salario

A lo largo del Bajo Rhin, en el extremo occidental de Alemania y adyacente a Holanda, miles de trabajadores de Polonia trabajan bajo condiciones precarias en agricultura y jardinería. Son engañados en el salario muy a menudo, pero a veces luchan. El Sindicato de Trabajadores Libres (Freie Arbeiterinnen- und Arbeiter Union, FAU) realmente practica la solidaridad anarcosindicalista con ellos y, a través de esto, demuestra que las fronteras no juegan ningún papel en absoluto. La FAU es la Sección Alemana de la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT).

Hacer jardinería y agricultura a lo largo del Bajo Rhin es impensable sin los trabajadores polacos. Su trabajo de cosecha y cultivo de plantas está malamente pagado, de forma que las empresas raramente emplean a nacionales. Aún así, encontrar un empleo en agricultura y jardinería más lejos de aquí, por ejemplo en Kleve o Borken, no implica automáticamente mejores condiciones de trabajo. A veces simplemente no sabes si te van a pagar en plazo o si vas a recibir tu dinero alguna vez. Hace algunas semanas, los empleados de Grenzland Produktions- und Handels GmbH pidieron a la FAU apoyo porque la empresa les debe dinero. Los trabajadores polacos contactaron al sindicato porque tenían noticias del apoyo de la FAU a los trabajadores polacos el año pasado.

FAU Münsterland habló con los empleados que trabajan en Rhede (condado de Borken) y tuvieron conocimiento de más de doce trabajadores polacos y alemanes de Grenzland que reclamaban el pago de sus salarios, a veces por hasta varios miles de euros.

Conoce a tu enemigo

El sindicato comenzó inmediatamente a investigar los antecedentes de la empresa. Grenzland Produktions- und Handels GmbH es parte de varias empresas interconectadas que cultivan plantas ornamentales a gran escala a ambos lados de la frontera. Algunas plantas se venden en tiendas, cuyo nombre sintomático es Plant-Devil (Planta-Demonio), algunas se venden al por mayor. La empresa ha estado empleando trabajadores polacos en sus invernaderos durante más de dos años. En 2010, un periódico de Holanda se refería a las indefendibles condiciones de trabajo en un complejo de invernaderos en Venlo (NL). Michaela Klein, la jefa ejecutiva que trabajaba en aquel entonces para otra empresa, empleaba trabajadores polacos estacionales. En invierno tenían que vivir en construcciones a medio terminar o en caravanas. Muchos de ellos no recibieron paga o solamente recibieron anticipos. Algunas semanas más tarde, después de que las agencias del gobierno comenzaran a investigar, la empresa se declaró en bancarrota. Pero la FAU sabe: esta empresa solamente ha cambiado de nombre.

Situación de los empleados de Grenzland

La situación de los empleados que trabajan para Grenzland Produktions- und Handels GmbH en Alemania es muy similar a la situación de los trabajadores de Venlo. Aunque las condiciones de vida en Rhede (Alemania) son mejores, sigue habiendo retrasos en los pagos. Muchos trabajadores polacos que pasaron las navidades en casa con sus familias, no volvieron a Rhede a pesar de que Grenzland les debe dinero. Otros se quedaron y abandonaron el trabajo en enero de 2011. Reclaman los salarios junto con sus colegas alemanes. A veces se trata de más de 3000 euros por persona.

Los trabajadores alemanes de Grenzland firmaron contratos sobre la base de 400 euros (mini-empleo). Los trabajadores polacos tuvieron que firman un contrato especial, que los registraba como propietarios de una pequeña empresa. Como la mayoría de ellos no habla Alemán, simplemente no sabían lo que firmaban. Ahora su estatus judicial no incluye pagos de pensión de jubilación ni seguro de salud, lo que es obligatorio para todos los trabajadores. Las empresas alemanas registran a los trabajadores de Europa del Este como si fueran propietarios de una pequeña empresa para ahorrarse impuestos y contribuciones a la seguridad social.

La mayoría de los trabajadores de Venlo (NL) o Rhede (D) se ven afectados por retrasos en los pagos. La FAU tiene documentos de siete trabajadores polacos que no recibieron miles de euros. Veintiún trabajadores alemanes firmaron un papel aprobando las horas de trabajo de sus compañeros polacos. Cuatro de ellos se quedaron en Rhede hasta mediados de abril; tres de ellos se negaron a trabajar desde enero. Cuando los trabajadores alemanes no recibieron su paga de enero, amenazaron colectivamente a Grenzland de abandonar sus empleos. Después de esto pagaron a cuatro trabajadores polacos. Algunos se quedaron trabajando para Grenzland hasta ahora, algunos fueron a magistratura del trabajo.

¡Grenzland debe pagar!

Después de severas conversaciones con los trabajadores, clasificación de documentos y consultas con los abogados, la FAU conminó a Grenzland Produktions- und Handels GmbH a pagar. Pero los jefes no reaccionaron. Entonces la FAU inició demandas judiciales contra ellos. Cuando no recibió respuesta, la FAU organizó un piquete frente a una tienda de Plant-Devil de Duisburg. Sus clientes fueron informados sobre la delictiva actividad de la empresa. Las Secciones de la FAU por todo el país ya preparan acciones para informar a los clientes y residentes de Rhede, Venlo y Duisburg, en caso de que Grenzland no pague. Hubo una granja de Münsterland hace algunos años, que se negó a pagar a unos trabajadores españoles. Tras algunas acciones directas contra ella, la empresa tuvo que cerrar.

La FAU piensa que el número de trabajadores explotados procedentes de áreas de la Europa del Este aumentará significativamente en los próximos meses. El día 1 de mayo, ha entrado en vigor una nueva ley que garantiza completa movilidad laboral a los trabajadores de Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Eslovenia, Eslovaquia, República Checa y Hungría. Cuantos más trabajadores de la Europa del Este trabajen en Alemania, más intentos habrán de robar sus salarios. La mayoría de los trabajadores no habla Alemán y no tienen idea de la ley laboral de Alemania.

La lucha genera solidaridad

“Los trabajadores no tienen patria” ha sido siempre un principio anarcosindicalista. Nos vemos forzados a abandonar nuestros hogares para buscar un trabajo en cualquier parte de este planeta. Trabajamos en la industria del metal en Argentina y arruinamos nuestra salud en las lavanderías de California y en los talleres de Nueva York. Hoy día somos esclavos asalariados paquistaníes construyendo rascacielos en las proximidades del Golfo Pérsico; somos sirvientas filipinas poniendo la cena a un nuevo rico de Hong Kong y arruinamos nuestras espaldas recolectando espárragos en Alemania y Holanda. En todas partes en que hemos vendido nuestra fuerza de trabajo, hemos sido forzados a luchar por nuestros derechos y a practicar la solidaridad. Hoy esto es posible solamente si los trabajadores nativos y extranjeros se unen. Y tenemos que organizarnos. Grenzland ha demostrado esto bastante claramente. Sin solidaridad entre la FAU y la Sección polaca de la AIT, la ZSP,  habría sido mucho más difícil hablar con los trabajadores polacos y mantenernos en contacto con ellos. Por otro lado, la FAU apoya un conflicto de los trabajadores temporales polacos que están siendo empleados por la ETT OTTO-Workforce. Nuestros compañeros de la ZSP-AIT, PA-AIT y AGA de Ámsterdam, han iniciado su campaña. Hay más ejemplos que demuestran que la lucha genera solidaridad práctica. No somos nosotros los que necesitamos las fronteras, sino el capitalismo. Necesitan dividirnos en razas y nacionalidades, controlarnos y lanzarnos a unos contra otros. Nuestra lucha por terminar la esclavitud asalariada, por mejores condiciones de vida en este planeta y por una sociedad global libre necesita combatir las fronteras y las prisiones de los estados nacionales, ya que estas fronteras nos han sido impuestas por el capitalismo.

FAU-AIT Moers